Estoy de acuerdo contigo en que la dirección de una organización juega un papel fundamental en la construcción de la cultura organizacional y en la efectividad del compliance. El liderazgo positivo de la alta gerencia tiene un impacto significativo en el comportamiento y las actitudes de los empleados hacia el cumplimiento de las normas éticas y legales.
Una cultura organizacional arraigada en valores y principios sólidos sienta las bases para una implementación exitosa del compliance. Si los valores éticos están arraigados en el tejido de la organización, el cumplimiento se convierte en una parte natural y coherente de la forma de hacer negocios. El compliance entonces se ve como un conjunto de estándares que estandarizan ciertos aspectos y proporcionan directrices claras sobre cómo actuar en situaciones problemáticas.
Es responsabilidad de la alta gerencia transmitir esos valores y principios a sus colaboradores, y preferiblemente a toda la organización. Esto implica que los directivos deben ser ejemplos vivos de los valores que promueven y tomar decisiones coherentes con esos principios. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es esencial para que los colaboradores vean el compliance como algo más que una herramienta para cubrirse legalmente.
Es importante que los directivos entiendan que los valores organizacionales son el fundamento sobre el cual se construye el sistema de compliance. No debe ser visto como un escudo protector que les permita actuar de manera poco ética o ilegal sin consecuencias. El compliance se trata de promover la integridad, la responsabilidad y la transparencia en todas las acciones de la organización.
En resumen, el liderazgo positivo y la coherencia entre los valores y principios de la organización son fundamentales para establecer una cultura sólida de compliance. La alta gerencia debe transmitir esos valores a sus colaboradores y demostrarlos a través de su propio comportamiento. El compliance no debe verse como una mera formalidad legal, sino como una parte integral de la forma de hacer negocios basada en la ética y el cumplimiento de las normas.