Estoy completamente de acuerdo con tu comentario sobre la finalidad de implementar un Sistema de Gestión de Compliance. La construcción de una Cultura de Compliance sólida es fundamental para que todo el sistema funcione de manera efectiva y creíble. La interacción entre los valores, la ética y las conductas en toda la organización, junto con las estructuras de control, es lo que impulsa la adhesión y la internalización de los principios de cumplimiento normativo.
Como mencionas, es crucial que aquellos en posiciones de liderazgo, como el órgano de gobierno y la alta dirección, sean ejemplos claros de la cultura de compliance que se busca instaurar. Su compromiso y acciones coherentes demuestran la seriedad de la organización respecto a la integridad y el cumplimiento. También es responsabilidad de los encargados de la función de compliance guiar y educar a todos los miembros de la organización sobre la importancia de actuar con integridad y ética en todas las actividades empresariales.
Tienes razón al destacar que, si no se logra establecer esta cultura de compliance, el sistema de gestión podría ser endeble y carecer de credibilidad. Sin una cultura arraigada en valores éticos y conductas íntegras, las políticas y procedimientos de compliance podrían ser percibidos como simples formalidades en lugar de guías fundamentales para la toma de decisiones y las prácticas diarias.
En resumen, la implementación exitosa del Sistema de Gestión de Compliance se centra en la construcción de una cultura sólida que abarque todos los niveles de la organización. Esto requiere el compromiso visible y constante de los líderes, así como la educación y la comunicación efectiva para que todos comprendan los beneficios tanto personales como organizacionales de actuar con integridad y buenos valores. Solo a través de esta cultura arraigada se puede garantizar la efectividad y la credibilidad del sistema de compliance.