Considerando las regulaciones que se deben cumplir en cada una de las jurisdicciones, para evaluar la efectividad del sistema es necesario establecer indicadores clave de rendimiento (KPIs) específicos para el compliance en cada país, esto incluye métricas como la frecuencia y severidad de las infracciones, eficacia de las respuestas a incidentes y nivel de conocimiento del compliance en la organización.
La retroalimentación y evaluaciones de terceros son vitales para tener una perspectiva objetiva, es necesario incluir evaluaciones de auditores externos, feedback de clientes y proveedores sobre las prácticas de compliance de la empresa; esto para identificar posibles puntos ciegos y áreas de mejora no detectadas internamente.
Realizar comparativas con los estándares de la industria y las mejores prácticas, comparando los programas, lo cual ayudara a garantizar que no solo cumple con los requisitos legales, sino también se alinea con lo que se considera excelencia en este campo.
Medir como el programa se adapta a los cambios y regulaciones, la capacidad de responder rápidamente a situaciones de crisis y cambios normativos.
Dentro de las herramientas a considerar seria análisis de datos avanzados para monitorear los KPIs, permitiendo una visión detallada y en tiempo real del estado del compliance.