En efecto, existe una conexión entre el Compliance y el buen gobierno corporativo ya que ambos se centran en crear un entorno organizacional transparente y ético. Cuando se integra un sistema a una organización, los resultados irán a aportar en el buen gobierno corporativo en diferentes niveles, por ejemplo, se verá reflejado en el cumplimiento de los valores de la empresa y en una conducta responsable para el ejercicio de los objetivos propuestos. Cuando se logra una sinergia entre ambos, terminan reforzándose mutuamente al promover la ética, la transparencia, la rendición de cuentas y la gestión eficaz de los riesgos en una organización y en su entorno. A largo plazo, se logra generar confianza y valor para todas las partes interesadas, lo que se traduce en empresas sostenibles.
En algunos casos, los directivos de las organizaciones consideran realizar esfuerzos enfocados en mejorar el ambiente laboral y ser responsables con aspectos como el medio ambiente o la zona en la que se ubican sus instalaciones, lo que termina como una serie de acciones de buena voluntad pero no forma parte de una estrategia integral. Ventajosamente, mucho se ha avanzado, tanto que la aplicación de los estándares y principios del compliance como aspectos que contribuyen al buen gobierno corporativo, ha logrado demostrar que estas buenas prácticas y una empresa con principios éticos, generan buenos resultados y las convierten en entidades fuertes, que lograrán mantenerse en el tiempo.