La integridad como base de los principios de una compañía es fundamental para el éxito de la misma. Para que un sistema de compliance sea efectivo debe ser de la vida real, aplicable al giro del negocio y causar impacto en todos los miembros de la compañía (alta gerencia y colaboradores), formar una verdadera cultura.
La ética corporativa e la integridad deben formar parte de los cimientos del programa de compliance, podemos ver la efectividad de los mismos en casos como Repsol y los del BBVA, compañías que en procesos judiciales han demostrado su modelo de organización y gestión para prevenir delitos, bajo la normativa que los regía al momento de la imputación, casos en los que, el Juez ha considerado que sus programas de compliance son suficientes para exonerarlas y no enviarlas a procesos juidiciales.