Pensemos en la película, y no sólo en la foto

[Fernando Ocampo Vázquez (PERÚ) 🇵🇪]

Cuando nos llaman para salir en una foto, nos paramos derecho, nos arreglamos el pelo y ponemos nuestra mejor sonrisa. Lo que pase antes o después, no es relevante para los fines de la foto, sino ese instante en el que nos retratan. En este momento específico podemos ser o no ser nosotros mismos; podemos estar tristes, preocupados, asustados, etc. pero nos mostramos arreglados y con una sonrisa. Si, en cambio, en lugar de una foto somos objeto de una filmación, en la que cada paso que damos, cada gesto que tenemos, cada actividad que realizamos, cada palabra que pronunciamos son objeto de registro, la situación cambia. La posibilidad de fingir algo que no somos o de simular un sentimiento que no tenemos, se reduce al máximo, dado que estamos siendo “vigilados” minuto a minuto.
En mi opinión, esta metáfora puede servir para ilustrar la importancia que tiene una cultura corporativa basada en una sólida ética empresarial, de cara a un sistema de compliance. Sólo alcanzando esta cultura es posible que cada miembro de la organización interiorice los principios de la misma, favoreciendo que, de forma natural y continua, cumpla con los estándares pretendidos por la empresa a través del sistema de cumplimiento. Cualquier organización puede contar con un código de conducta, políticas, procedimientos, línea de denuncia, oficial de cumplimiento, etc. y puede aparecer en la “foto” (para fines de una auditoría, por ejemplo) como una entidad “ética”. No obstante, si no existe esta cultura o la misma es muy débil, ello quedará únicamente a nivel de una imagen que retrata un momento específico, para el cual seguramente la entidad se preparó (se “paró derecho”, se “arregló el pelo” y puso “su mejor sonrisa”). Si, en cambio, existe una cultura de compliance sólida basada en una ética empresarial real, que forme parte del ADN de sus miembros, existe una mayor posibilidad de que la conducta esperada no sea sólo una imagen estática que sirva para una “venta” al exterior o terceros, sino la forma cómo de hecho se comporta la organización.

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