Desde mi punto de vista, la introducción de un programa de Compliance en las empresas, genera muchas dudas e incertidumbre en los colaboradores. Estos programas no son bien recibidos, sino se introducen de la manera más positiva.
Debemos tomar en consideración que en una empresa todas las personas trabajan de buena fe, sin embargo, debemos ser claros que no todos están dispuestos a cumplir las reglas que estipula la sociedad.
La implementación de estos programas permite, que las personas adquieran una cultura de cumplimiento y que su ética se complemente más.
Desde mi experiencia, mis compañeros de comercial hoy día son más minuciosos para realizar sus negocios, a pesar de las pausas que ponen en el camino los empleados públicos, esto con el fin de evitar verse involucrados en prácticas corruptas que les manchen su reputación y la de la empresa para la que laboramos.
Nuestro programa de Compliance ha ido mejorando continuamente, ha permitido detectar prácticas que considerábamos correctas dentro del giro de negocio y que actualmente no lo son.
El contar con un programa de Compliance, las empresas generan más confianza ante un tercero, tienen un respaldo que trabajan con ética y transparencia en todos sus procesos.
También permite identificar faltas a través de la matriz de riesgos, con el fin de que estas no se materialicen y se eleven a una instancia judicial donde se puede ver afectada la reputación de la empresa.