El compromiso y liderazgo de la alta dirección en la implementación efectiva de un sistema de compliance penal es esencial para asegurar el éxito y eficacia de dicho sistema.
En primera instancia, el compromiso y liderazgo de la alta dirección demuestra una clara postura ética y de integridad al establecer una cultura de cumplimiento en toda la organización, asegurando que todos los empleados comprendan la importancia de cumplir con las leyes y regulaciones aplicables.
Además, el liderazgo de la alta dirección es esencial para asegurar que se asignen los recursos necesarios para establecer, mantener y actualizar el programa de compliance penal; también para asegurar que se realicen evaluaciones periódicas de riesgos y se lleven a cabo procesos de auditoría y monitoreo para identificar posibles desviaciones y corregirlas.
La alta dirección también es responsable de establecer normas claras de conducta y ética y de asegurar la comunicación efectiva con los empleados, para que estos estén al tanto de las políticas y procedimientos de compliance penal de la empresa.
En conclusión, la alta dirección es vital para la implementación efectiva del sistema de compliance penal, debido a que su liderazgo y compromiso asegura que se establezca una verdadera cultura de cumplimiento en la organización, que se asignen los recursos necesarios, y que se establezcan normas y comunicaciones claras para asegurar que todos los empleados se adhieran al programa.